
1ª Lectura: Isaías 2,1-5
Lectura del libro de Isaías.

Palabra de Dios.
Salmo: Salmo 121,1-2.4-9
R. Vamos con alegría a la Casa del Señor.
R. Vamos con alegría a la Casa del Señor.
¡Qué alegría cuando me dijeron: «Vamos a la Casa del Señor»! Nuestros pies ya están pisando tus umbrales, Jerusalén. R.
Allí suben las tribus, las tribus del Señor para celebrar el nombre del Señor. Porque allí está el trono de la justicia, el trono de la casa de David. R.
Auguren la paz a Jerusalén: «¡Vivan seguros los que te aman! ¡Haya paz en tus muros y seguridad en tus palacios!» R.
Por amor a mis hermanos y amigos, diré: «La paz esté contigo». Por amor a la Casa del Señor, nuestro Dios, buscaré tu felicidad. R.
Por amor a mis hermanos y amigos, diré: «La paz esté contigo». Por amor a la Casa del Señor, nuestro Dios, buscaré tu felicidad. R.
2ª Lectura: Romanos 13,11-14
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Roma.
Hermanos: Ustedes saben en qué tiempo vivimos y que ya es hora de que se despierten, porque la salvación está ahora más cerca de nosotros que cuando abrazamos la fe. La noche está muy avanzada y se acerca el día. Abandonemos las obras propias de la noche y vistámonos con la armadura de la luz. Como en pleno día, procedamos dignamente: basta de excesos en la comida y en la bebida, basta de lujuria y libertinaje, no más peleas ni envidias. Por el contrario, revístanse del Señor Jesucristo.
Palabra de Dios.
Aleluia: Salmo 84,8
Aleluia
¡Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación!
¡Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación!
Evangelio: Mateo 24,37-44
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.

Palabra del Señor.
RECOMENDACIONES

- Color litúrgico: Morado
- Durante todo el Adviento se sugieren cantos suaves, que reflejen una espera alegre, pero sin perder de vista que es un tiempo penitencial. La alegría completa se pospone para la Navidad. Una buena alternativa es bajar el volumen de los instrumentos, por ejemplo, arpegeando la guitarra en vez de rasguear.
- Se omite el Gloria.
- En algunos lugares se dedica un momento especial a encender la primera llama de la corona de Adviento. Coordinándolo con el sacerdote, puede ser necesario un canto apropiado.
PARA REFLEXIONAR
"Quiero amarte"
Marcelo Cid
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